“Se paró el reloj de arena,
setecientos treinta días”
Jorge Drexler
En estos 730 días
en los que me dieron caricias y arañazos
tuve algunas viruelas maquiavélicas
que me dejaron tumbada pero viva
y amores anónimos e ilustres
hicieron más breves los momentos
en los que hasta el terciopelo de tus ojos me punzaba.
Yo fui atesorando como anestesia
las pequeñas victorias de mi biografía
y escudándome de las imágenes
que proyectabas desde tu distancia.
Y de a poco me fui volviendo joven,
una joven desestructurada
que no podía evocarte siquiera
en las diecisiete silabas
de un haiku.
Hasta lo que parecía imperecedero
se fue disolviendo sutilmente
y en la sabiduría de los relojes
tu nombre se me volvió confuso.
5 comentarios:
¡Simple y sencillamente Hermoso!
muchas cosas, me gusto mucho, me gustan los haiku y me gusto la idea de atesorar anestesia. cuidado con las caricias y los arañazos, hay arañazos que son caricias y caricias arañazos que se peligrosos. 730 días es una canción que me deprime hasta los huesos, pero que bella es y que bella tu interpretación y tu idea de ir volviéndose joven
PD: que cierto es el dibujito
Me parece un poema maravilloso.
Te felicito
Saludos
Trini
me encanta tu forma de escribir y expresar con tus imagenes!
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