viernes, 11 de abril de 2008

Olvidé


Ya puedes entrar,
depositar tu voz en cualquier lado,
acercar tu imagen a un centímetro
sin temor a que me encienda,
a que te abrace desprotegida,
a que te diga te quiero,
no me olvides,
guarda mis poemas en tus sueños,
llevame a cualquier lugar del mundo,
tenme como a todo lo que es tuyo,
no me dejes sola,
no te vayas lejos.

Ahora puedes entrar y estar tranquilo,
no escondo el mínimo resentimiento,
detente si quieres en mi vida
(como lo hiciste una vez,
como nunca más lo has hecho).
Puedes poseer mi corazón callado
y huir como un ladrón si lo deseas,
ya no hay herida que sangre,
el mundo volvió al eje en el que estaba.


Como un espejismo, de nuevo,
puedes entrar y estar seguro.
Hoy te quiero mucho menos.