lunes, 24 de septiembre de 2012

Y si se cae la obstinada y resistida...


Y si se cae la obstinada y resistida
muralla de tu amor contra mi pecho,
si lastimases con ladrillos inocentes
el rojo oscuro de los sentimientos,
pues si en el nombre de quien tanto desconozco
alejaras tu horizonte de mi centro
y paso a paso viera marchando tu sombra
y a cada paso acrecentara mi lamento...
Si en la obscuridad de una noche anónima
que es llamarada y a la vez frío violento,
me encuentro tan rodeada por tu ausencia
que una lágrima mía cae al suelo,
entonces creo que me habrás preparado
para confesarte que estaré sintiendo.
Si en la breve soledad de un cuarto oscuro
(que es tu cuerpo, tu alma, tu pensamiento)
me pierdo decidida y en la sombras
se oye más fuerte que un grito tu silencio,
qué ha de sentir cada rincón de mi ser si
de ti obtengo la respuesta que te cuento,
y respiro muy profundo mientras oigo
que la puerta de mi casa ya has abierto.