abrazándome a tus palabras con la desesperación de un náufrago y te dejo volver a tu rutina.
Entonces te recorto de las fotos familiares, como si eso transformara la verdad en mentira, como si eso te hiciera mío, y muerdo los celos que me atormentan cuando a la noche te pienso, desde la cercanía de mi improvisada distancia, creyéndome que el espacio vacío en mi cama es tuyo.
Como si fuera fácil te reencuentro y te arranco, con una guerrilla de besos, el pasado que justifica que mi nombre siempre permanezca en las sombras…
Y creo que sólo yo estoy a tu lado, como si eso te borrara la memoria, como si no me doliera… como si me fuese fácil.