martes, 21 de julio de 2009

19



Siempre llegas tarde a esta espera
de brazos abiertos,
de corazones en exilio,
de caricias con bajo autoestima,
de rencores absurdos,
de celos infundados,
de besos con sed de tus besos.
Siempre unos minutos después
de mi adiós airoso
llegas, víctima y victimario,
a destrozar mis pretensiones
y mostrarme la verdad con sabor a nada.

martes, 14 de julio de 2009

Envío

Me gustaría hoy estar ausente
en las bravuras cruciales del despecho,
caer azul y olvidadiza
sobre el manto caliente del recuerdo,
y dormir, callada y constelada,
en la estrella más lejana a tu silencio.


Nacer sutil en la sombra o al sol,
verme distinta a la que soy ahora,
me gustaría rodear de indiferencia
el retrato que en su color te nombra
y abrasar con las llamas de mi llanto
otro llanto, otro cáliz, otra boca.


Sentirme fuerte, impetuosa, decidida,
sentirme ser yo otra vez y al mismo tiempo
ser otra, jugar a no tener presente
cuán grande es tu gesto más pequeño.
Me gustaría hoy que no existiera
un convaleciente amor desfalleciendo.


Pero es gris la tarde y hay ausencia
otra vez de tu aroma aquí en mi lecho.

viernes, 10 de julio de 2009

Doliéndome en celeste.


Yo quería simplicidad garrafal
de tu brazo sobre mi espalda cuando duermo
para ahuyentar la soledad y las tensiones,
y tus palabras trepándose a mis sueños
a mitad de la noche.


Algo tan intimimamente sencillo
como contemplar la forma grandilocuente
con la que haces esas cosas cotidianas
que por incluirte se vuelven significativas
y maravillosas.


En los más de seis mil minutos
que del primer beso hasta aquí han transcurrido
recorrí la totalidad de los estados de ánimo,
pensé que hasta podría abandonar mi sueños
si recibía tu amor como ofrenda.


Las promesas se desmoronaron.
Me desplacé de tu amor hasta éste centro
donde estoy sola y muda contemplando
la simulación que tan bien sienta
a los ojos del resto del mundo.


Yo quería creer inútilmente
que volverías mansos los versos que sangraban,
y no que me quedaría vacía e invisible
con una absurda soledad que sólo aguarda
que dejes de dolerme tan profundo.

sábado, 4 de julio de 2009

Poema sin nombre


Lo bueno es
que la inspiración se ha ido por completo
y yo sólo pienso en cómo recuperarla,
que estoy poniendo orden
dentro de una maraña de pensamientos
y descolgando los espejos de mi casa
para no cruzarme ni de casualidad conmigo.


Lo bueno es
que todo en la vida te sonríe
que te encontras feliz y reluciente
y que jamas me permitiste
recibir el amor de primera mano
que reservabas para personas muy determinadas.


Lo bueno, de verdad,
es que estoy tan preocupada
por controlar mi llanto ante la gente,
por no abandonarme y gritar como una loca
que me duele tanto que parece mentira,
que aun no me he tomado el tiempo
para darme cuenta de que te he perdido.