jueves, 16 de enero de 2014

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Cuánto ha pasado
fueron meses o
un año, cien, mil
desde que desocupamos los armarios
y cambiamos de lugar las cosas,
desde que abrimos las ventanas para que emigren
los dolores amarillos,
la amnesia de antaño
que repatriaba a los parientes
y los acumulaba en tu pieza,
el olor de la muerte.
Cuánto ha pasado desde que me dijiste por última vez
las últimas palabras
que tu voz pronunciara

Cuánto dura esta eternidad que se propaga,
que pasa a través de mi,
que voy por allí sin norte.
Esta eternidad que me recuerda
cada día
lo inmenso que es el tiempo cuando no te contiene.