lunes, 19 de noviembre de 2012

Como Icaro

Al fuego iría 
quién sabe hasta qué remoto lugar siniestro,
hasta qué infierno descendería
para no andar sin vos 
así, incompleta, 
perdida

jueves, 18 de octubre de 2012

730 días



“Se paró el reloj de arena,
setecientos treinta días”
Jorge Drexler

En estos  730 días
en los que me dieron caricias y arañazos
tuve algunas viruelas maquiavélicas
que me dejaron tumbada pero viva
y amores anónimos e ilustres
hicieron más breves los momentos
en los que hasta el terciopelo de tus ojos me punzaba.
Yo fui atesorando como anestesia
las pequeñas victorias de mi biografía
y escudándome de las imágenes
que proyectabas desde tu distancia.

Y de a poco me fui volviendo joven,
una joven desestructurada
que no podía evocarte siquiera
en las diecisiete silabas  de un haiku.
Hasta lo que parecía imperecedero
se fue disolviendo sutilmente
y en la sabiduría de los relojes
tu nombre se me volvió confuso.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Y si se cae la obstinada y resistida...


Y si se cae la obstinada y resistida
muralla de tu amor contra mi pecho,
si lastimases con ladrillos inocentes
el rojo oscuro de los sentimientos,
pues si en el nombre de quien tanto desconozco
alejaras tu horizonte de mi centro
y paso a paso viera marchando tu sombra
y a cada paso acrecentara mi lamento...
Si en la obscuridad de una noche anónima
que es llamarada y a la vez frío violento,
me encuentro tan rodeada por tu ausencia
que una lágrima mía cae al suelo,
entonces creo que me habrás preparado
para confesarte que estaré sintiendo.
Si en la breve soledad de un cuarto oscuro
(que es tu cuerpo, tu alma, tu pensamiento)
me pierdo decidida y en la sombras
se oye más fuerte que un grito tu silencio,
qué ha de sentir cada rincón de mi ser si
de ti obtengo la respuesta que te cuento,
y respiro muy profundo mientras oigo
que la puerta de mi casa ya has abierto. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Seis



(A Jorge Julio López, desparecido desde el 18/09/2006)

 No carcomerá la sal del plata
la belleza eterna de tu semblante,
ni la corriente se abrirá paso
por cada una de tus arterias.

Tus ojos en cambio
perseguirán insomnemente
a cada uno de los verdugos.

Atemporal tu voz
no acallará jamás el aullido indomable
que arranca las sogas,
que hace caer las capuchas,
que detiene el olvido.

No se hará real el deja vu terrorífico
que te envuelve en sombras
y disolviéndote en cifras
te despoja de todo.

Tu nombre en cambio
se volverá bandera,
símbolo inmortal de todo un pueblo
que dentro del dolor de no tenerte
renace sediento mientras clama:
nunca más, nunca más, nunca más.

viernes, 17 de agosto de 2012

Desmemorias.




No me acuerdo el numeral exacto
de la casa de la calle Uriarte
ni si habías dicho o no
(o si yo había confiado)
en eso que tal vez habías dicho.

Nada me es inequívoco,
ya no puedo asegurar ante los ojos
enormes que me comen a preguntas
si fue cierto aquello
de que se derrumbaron las leyes de la física
y que traspasando todos los planos
llegaste hacia mi quién sabe
proveniente de qué sueño de mi infancia.

No hay evidencia alguna
que traduzca el corolario
de tu voz atrapada en el contestador
del teléfono aquel que yo tenía,
tu voz diciendo algo
que recuerdo de manera imprecisa  
sobre una mujer inquebrantable. 

domingo, 29 de julio de 2012

Karma

Arará las ruinas del suplicio
la caricia errante que se ha desparramado
por aquellas memorias que no tendremos.
En el espacio en que te congregas
la vacuidad tiránica
destruirá los prósperos años
que otra te dará con indulgencia.
Nada existirá.
El tornado vengativo 
se elevará por descendencias y
ay de nuestros apellidos
que sin cruzarse
seguirán haciéndose daño.

sábado, 16 de junio de 2012

Lo más importante


En la época en la que le temía a la luna
andaba descalza sobre el río límpido
y dejaba olvidada por cualquier rivera
las superfluas historias de aconteceres desmedidos.
Fue el tiempo de compases desprolijos
de pictóricas pasiones remendadas,
cuando el fuego era una imagen poética
que demasiado a menudo me recorría la cintura.

Después, tu voz. Qué digo,
no solo tu voz: la insolente forma en la que de imprevisto
llenaste todos las zonas fragmentadas
hasta apoderarte impunemente
de cada una de mis quimeras,
redirigiendo mi  camino
hacia donde tu colosal matiz lo orientaba
Audaz y pertinazmente todo lo variaste
porque ya mi preexistencia había quedado atravesada
de un modo irremediable, frenético, por tu imagen que
aunque lejana y distante
pasó a ser mi ansiedad cotidiana,
el perfil que en mis visiones encuentro
y retengo fuertemente entre manos
para que por ese instante preciado,
seas (por un ratito) parte de mi vida.

martes, 12 de junio de 2012

Absoluto



Lo irreversible es
que no rondarás por mi espalda
ni reposará en mi falda tu cabeza.
No recorreré kilómetros
para fundirme en tu amor amarillo
en la estupenda eficacia
de tu sonrisa enorme recibiéndome a media cuadra
devolviéndome el arte,
la libertad,
la osadía.
Lo fatal es que en la finitud de esta vida
no me atreveré a conocer
la forma concluyente en la que podrías
borrar de un plumazo a todos mis amores.
No habrá un primer beso
ni me desnudarás en tu pequeño cuarto
empapelado de cuadros y de libros.
Lo contundente es que ya
no tendrás que esperar a que vuelva
a rescatarte de sitios que no son nuestros:
nos quedaran tan solo
los días grises de extrañarnos
en un café cualquiera,
uno de esos
en los que ya nadie fuma.

lunes, 19 de marzo de 2012

Cartas

.Despiadadamente eternos
sobre el carbón que late
sin transformarlos,
ni disolverlos,
los vestigios de tu pulso
existen aun
en los irrompibles papeles
que amparan tus palabras.

sábado, 3 de marzo de 2012

Voyeur

Todo ocurre,
pasa por delante,  me atraviesa,
y, sin sentirlo,
audaz espectadora de otras vidas,
veo como te vas esfumando
sin mí, que aquí estoy,
pero dormida.

viernes, 13 de enero de 2012

Cabo Polonio



Durante el transcurso de los perpetuos
momentos en que el río se imponía
ante nosotros
anduve a tientas buscando
entre nuevas y viejas letras orientales
las palabras que me hagan encontrarme,
sin saber que hasta tu bienvenida
estaría a oscuras como nunca,
porque tu presencia,
reciente y tan querida,
es para mi
un faro.