martes, 28 de noviembre de 2006

Lo peor de todo

Lo peor de todo no es
que sueñe cada tanto que te beso
y que sos de carne y hueso,
lo más lejano posible
a tu verdadera imagen
que sin ser de cartón piedra
es de papel y tinta.


Ni es eso que se siente
cuando el amor está herido
de puras mentiras
que yo me invento
cuando me roza tu acento
y yo me estanco
frente a los portarretratos
que por suerte te contienen.


Lo peor de todo es esta
adicción a vos a la distancia
sin respuesta racional alguna
destinada a ser unilateral y sola
por lo menos hasta el día
en que el gurú o la adivina
o los rezos al dalai funcionen.