martes, 19 de noviembre de 2013

La maravilla

Olivia, 
en estos siete meses
he visto seís países distintos,
la Torre Eiffel y la de Pisa,
las aguas del Mediterráneo y el Pacífico,
caminé por los cerros hasta Iruya,
sobrevolé la nevada cordillera
y descubrí mi alma de trotamundos.

Pero,
Olivia,
 aun sigue siendo:
tu sonrisa al despertar,
tu voz transparente, 
 la perfecta redondez de tu carita
que en sus infinitas evocaciones
me derrumba,
el paisaje más hermoso que contemplo
cuando Dios me permite ser partícipe
del milagro sideral de tu presencia.