sábado, 8 de agosto de 2009

Memoria selectiva.

Hay un reflejo roto en el que nos hemos
vuelto dolorosamente asimétricos,
y tan ajena tu boca mía
que apenas puedo recordar el tiempo rosa.
.
Selectiva memoria indolora
que me borra el gusto de tu piel,
tu voz de hombre recorriendo mi cuello
y me deja pensando dos veces
para que tu nombre se vuelva preciso.
.
Las amputaciones de tantas batallas,
la guerra que aun no me declaras
y la paz que ya no me significas,
adormecen el ardor de mi cuerpo
que se apaga por el frío de los años.
.
Y ante el temor que el fracaso representa
deseo a los gritos que regrese en sentimiento
y nos envuelva en el deseo creciente,
y que dejes de ser el extraño
que ya no es mío a fuerza de haberlo sido tanto.