jueves, 2 de abril de 2009

Te dejo

Te dejo con tu indecisión y tus palabras
que llenaron de promesas mis repisas;
con tu fuego, para que no me incendie
en las largas e insomnes noches venideras.


Te doy, para que guardes en tus manos,
tu perfume que retumba entre mis sábanas,
y el cofre que contiene los detalles
de esta historia de amor inconclusa.


Te dejo con tus ficciones y tus apariencias,
sin ésta presencia que desencajaba,
desequilibrando la estática
del juego de traición al que ya no me presto.


Te dejo con la incógnita eterna
de pensar lo maravilloso que podría haber sido
si aquella mañana en vez de marcharte
hubieras decidido quedarte conmigo.