jueves, 18 de octubre de 2012

730 días



“Se paró el reloj de arena,
setecientos treinta días”
Jorge Drexler

En estos  730 días
en los que me dieron caricias y arañazos
tuve algunas viruelas maquiavélicas
que me dejaron tumbada pero viva
y amores anónimos e ilustres
hicieron más breves los momentos
en los que hasta el terciopelo de tus ojos me punzaba.
Yo fui atesorando como anestesia
las pequeñas victorias de mi biografía
y escudándome de las imágenes
que proyectabas desde tu distancia.

Y de a poco me fui volviendo joven,
una joven desestructurada
que no podía evocarte siquiera
en las diecisiete silabas  de un haiku.
Hasta lo que parecía imperecedero
se fue disolviendo sutilmente
y en la sabiduría de los relojes
tu nombre se me volvió confuso.

6 comentarios:

ROBERTA dijo...

¡Simple y sencillamente Hermoso!

Lisandro Nizán dijo...

muchas cosas, me gusto mucho, me gustan los haiku y me gusto la idea de atesorar anestesia. cuidado con las caricias y los arañazos, hay arañazos que son caricias y caricias arañazos que se peligrosos. 730 días es una canción que me deprime hasta los huesos, pero que bella es y que bella tu interpretación y tu idea de ir volviéndose joven

Lisandro Nizán dijo...

PD: que cierto es el dibujito

Wendy Rufino dijo...

730 días, me encanta esa canción. ¡En hora buena por la entrada!

Anónimo dijo...

Me parece un poema maravilloso.

Te felicito

Saludos

Trini

vestidos de novia en cali dijo...

me encanta tu forma de escribir y expresar con tus imagenes!