miércoles, 23 de abril de 2014

Adentro

Aquí estaré, no importa
que tan poco aire quede,
ni si el espacio
me es confiscado.
Los codos de los demás
se me clavan en la cara,
pero cuánto más cómodo es acá,
cuánto mejor que afuera.
Por la hendija del placar veo
a esa mujer
que me llena de dudas la entrepierna.
Aquí estaré, no importa,
todo lo que arda su recuerdo.
Aquí, sofocada, apenas podré
recordar su nombre.

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