Hubo un complot trascendental
de estrellas y universos,
un suceso cósmico
o, quién sabe, fue la insólita casualidad
del A.D.N.,
pero nuestra existencia empezó en un cierto punto
a correr paralela en este plano.
Y fueron letras y pasiones,
mate y recetas de cocina,
la era vacua de la subsitencia
se pobló de olores y colores
que pintaron tu vida y la mía, de igual manera,
colmándola
de obstinación y batallas sin tregua,
de recuerdos comunes y refranes,
de metáforas hastiadas y
del gran privilegio de ser
de estar
cada día de este breve e implacable tiempo.
En la pretensión de un sueño,
desconcertada y rebelde,
cierro con velocidad las aberturas
para que nada transcurra,
para que no te me escapes
y me niego al azar de una nueva y sideral conspiración
que podría de hecho no reencontrarnos.
La luna se ha ido para siempre,
no hay nada que mirar en el cielo,
todo está acá donde aún sucede lo que somos.
5 comentarios:
Muy bueno. Gracias.
Hermoso, como esa comunión envidiable que tienen. No me alcanzan ni las palabras ni los abrazos.
muy lindo..
beso..
Hermoso, transmite de manera perfecta aquello que Uds. sienten. Las almas se reencuentran no tengas dudas, pero...por qué esperar
Innegable que aunque transcurra mil veces distinto y en distintos escenarios, esos encuentros al igual que el tiempo están predestinados a repetirse indefinidamente.
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