lunes, 21 de octubre de 2013

Un poco



Amo un poco el lomo
debelador de los libros de tu biblioteca
y la sombra que de perfil proyectas
cuando por la persiana entreabierta
las cortinas te delinean.
Amo apenas
tu letra inundando
los cuadernos de incógnitas,
la manera desinteresada
con la que me brindas a veces
los detalles sobre los que te construyo
y la tremenda frialdad con la que me demuestras
como subsistes sin mi, alegremente.

Quiero brevemente
el beso diminuto con que te despides,
el segundo en el que me abrazas
como si me hubieras extrañado,
y el terciopelo que encubre
la vehemencia con la que a veces me miras.

Y te quiero un poco
cuando despierto, sobresaltada de soñarte,
y sintiendo aun tu presencia
olvido, por un momento,
 la complicación
que me significa amarte.  

viernes, 20 de septiembre de 2013

Trilogía onírica

Resido en un mar de arena,
verde infinito,
que deja mis pies hundidos
entre noctilucas asustadas,
tan oscuras como las sombras
que habitan conmigo
y se niegan a marchar.

Vagos espectros que se amontonan
con sus recitas bajo mi techo,
quintándole la luz
a todos los paraísos que no transito,
derritiendo mi casa con fuego un invisible,
ahogándome 
en una vigilia estéril. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Llegó la hora


Ya es tiempo,
han transcurrido cientos de días
desde la última vez.
Ya es momento
de sofocar la afligida sinfonía
de tu despedida apresurada,
de liberar todos los retratos,
todos los recuerdos,
todos los momentos
que aun retengo para sentir
tu perfumen inconfundible
conteniendo todo.

Llegó la hora de dejar
de culparte impunemente,
de reflejarte en las cosas
que tornaste inanimadas,
de volver a mi y percibir
que no te llevaste la mitad de mi subsistencia
ni de mis ilusiones.

Llegó el momento,
de dejarte ir…
como debería haber hecho
hace cientos de días.

jueves, 15 de agosto de 2013

Tregua

Te propongo que hagamos una tregua
(no te digo sacar bandera blanca
ni hacer del todo las paces)
simplemente dejar de echarnos en cara
las bajas que hubo en esta guerra eterna
y quitarnos de las mirillas
de nuestros misiles de exterminio.

Olvidar por un momento
que nos ocasionamos heridas profundas
y que tanto vos como yo alguna vez
tratamos de matarnos mutuamente.

Me refiero a que desactives
el campo minado que separa 
tu casa de mi casa,
para que pueda llegar a vos 
y de una vez por todas
darte un abrazo.

viernes, 9 de agosto de 2013

Tuya

¿Verán el resto, el decir, los otros,
el magnetismo voraz con que persigo
tu perfume por las calles acromáticas,
el brillo encendido que generas
sobre todo el universo si me miras,
y la transformación de mi humor
que ocasionas al acercarte?

¿Serán conscientes de que mi historia
se dividió al encontrarte de tal manera
que no hubo después evento más significativo
que tu ropa en el piso de mi pieza
y tu ser enredándose en mis sábanas? 

Si, todos pueden ver que ando
sonriendo injustificadamente,
bendiciendo cada día de tu vida
que me llena de oxigeno el cuerpo,
y que al saberte mío camino
sin tocar con los pies el suelo.

miércoles, 31 de julio de 2013

Jabberwocky


Detrás de su sonrisa sin cara
se erguían laberintos.
Fue en ocasiones Caronte,
guiándome por los descensos,
y a veces jugando,
con los ojos vendados me mareaba
para que en el trayecto me perdiera.

Detrás de su sonrisa sin nada,
vacía de cualquier atavío,
aparecía y desaparecía
en tantos personajes disimiles,
que aun no puedo asegurar
cuál de ellos era el que me amaba.

Pobre minino asustado
que en vez de recibir caricias
se esfumó por un techo de pinos
y antes de irse
me llenó la vida de arañazos. 

martes, 9 de julio de 2013

Cuento

Me escapé de mi casa
y fui por la mañana
hasta la plaza grande,
y anduve entre el merengue y los copos de azúcar
corriendo sobre flores
besando el aire…

Y quedé fascinada
con el carrusel nuevo
que en rosas y dorados
me invitaba a montarle.
Y anduve dando vueltas
sin ver lo que pasaba,
extasiada en su juego
mientras se iba la tarde…

Cuando cayó la noche
y él se quedó inmóvil,
yo buscaba el retorno
y no supe encontrarle,
y entre todas las sombras
que lo iban poseyendo
el bello carrusel
comenzó a asustarme…

La plaza tenebrosa me iba pareciendo
el temor me invadía hasta paralizarme…
Y debajo de un banco,
llorando en un aullido,
me recosté a esperar
que alguien me rescatase.

domingo, 30 de junio de 2013

Otra


“No he debido ser yo porque me llevo
las manos a los hombros y compruebo
tras de lento palpar que no estoy muerta”
Alfonsina Storni.

No he sido yo...
Yo he quedado suspendida
en no sé cuántas dimensiones paralelas,
ni en cuántos retratos de apariciones.

No he sido yo, tal vez mi cuerpo
(ese intimo enemigo que me usurpa)
continuó feliz como si nada,
hizo y deshizo mi vida a su antojo,
transitó espacios impensados.

Yo, en cambio, he visto
como todo ha ocurrido desde afuera,
e inmóvil me he quedado en la evocación
de tanta imperfección desencantada.

No, yo sigo aquí, congelada
en todos los puntos cardinales,
aun sin encontrar el retorno
hacía el preciso lugar
donde nuestros caminos no se bifurcan.

martes, 4 de junio de 2013

No lo sé


Soy de incertidumbre…
Nada le da luz a mis temores nuevos,
al pavor de saber
que soy tan fácil de borrar como una frase
escrita en una hoja,
que me olvidaras como se olvida
un libro sobre el banco de la plaza,
un paraguas al costado de una silla
en un bar cualquiera,
y no habré estado de repente
en todos los lugares que anidaba.

No quedarán indicios
de que anduve descalza por tu casa,
invadiendo la penumbra de tu pieza,
de que usé tu camisa como abrigo
y admiré en silencio tus frases locuaces
sobre el futuro que, sabías,
no tendríamos.

Mi imagen se disipará lentamente
y al pasar los días habrán barrido
los pedazos de mi que hayan quedado.
Otra mujer
(uno, dos, quién sabe)
llegarán a desvanecerme plenamente.

Adiós a mi nombre.
No habrá pasado jamás por allí este cuerpo
torpe e imperfecto.
No lo sé.
Soy de incertidumbre.

domingo, 2 de junio de 2013

Frida



Ya nada puede serme indiferente,
porque ahora es parte de mi
tu verde fascinación lúdica,
el despliegue que de tu ser hace el viento
cuando lo enfrentas casi con un sonrisa,
y las mañanas en las que curiosa
sales al mundo
para descubrir todo de nuevo.

No volveré a ser inmune
a un llanto como el tuyo que parta la noche,
o a un hocico que rastree cariño.

Nada me dejará impasible,
porque aquello que reposaba despertaste
cuando con tu ternura inigualable
me fuiste salvando de a poquito.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Pedro y Olivia



Soy solo esto.
En el lazo irrompible que nos une
entiendo que he venido
con el sublime cometido
de admirar el gesto diminuto
que van inventando segundo a segundo
y que contemplar la paz de sus sueños
es mi triunfo más avasallante.
Que en la sonrisa de cada uno de ustedes
veo como van derrumbando
las cosas que antes eran sustanciales,
centrando todo en la inocencia
de una niñez recién nacida.

Soy solo esto:
el abrazo con el que intento retenerlos
para que crezcan muy despacio,
la atención con la que intento grabar en mi
el milagro que inauguran cada día,
la fuerza increíble de mis pensamientos
que desean que el tiempo se detenga
y que sean inmunes
a todos los dolores de este mundo
que era gris, ausente y entristecido
hasta que ustedes llegaron a habitarlo. 

lunes, 20 de mayo de 2013

La casa inquisidora



  A veces la casa me pregunta
si volverá a escuchar el eco
de tu carraspera,
si las personas se rompen como las cosas
y van a dar al tacho de la basura.

Me pregunta a dónde fueron a parar los pies
que ya no suben las escaleras,
el cuerpo que no ocupa los sillones,
la cabeza que no está en la almohada.

Los placares despoblados no amontonan tu esencia
y la mirilla recibe otros rostros, nuevos,
que no podemos recordar siquiera.
Ninguno es el tuyo.

La casa me pregunta si acaso
habrás olvidado el camino de regreso
si el amor se va como el otoño,
si se desgasta en un polvillo errático.

No quiere ser un hogar, no puede.
No con tu ausencia bajando las paredes a mazazos.

Por eso me voy, dejándola vacía
y cierro la puerta
y tiro la llave.

lunes, 8 de abril de 2013

Celia



Una voz que no llega.
Quién sabe en qué sitio
recóndito ha quedado,
pequeña,
la última palabra que dijiste
y que tanto tiempo resonó en mis oídos.

No es cierto, pienso,
que todo ha sido tan irremediable,
que todo del todo ha terminado,
que ya no habrá
mañanas de golpear la ventana,
mate a las cinco de la tarde,
ni tu voz resonando
como cada día
al otro lado del teléfono.

No es cierto, pienso,
que no estás conmigo,
que ha quedado tanto desamparo,
tanto espacio vacío al que no puedo volver
ni en sueños.

No es cierto
que morirse sea así de sencillo,
tan sencillo como irse del todo
y a su vez quedarse en todos lados.

No, no es cierto.
No quiero que sea cierto. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Como Icaro

Al fuego iría 
quién sabe hasta qué remoto lugar siniestro,
hasta qué infierno descendería
para no andar sin vos 
así, incompleta, 
perdida

jueves, 18 de octubre de 2012

730 días



“Se paró el reloj de arena,
setecientos treinta días”
Jorge Drexler

En estos  730 días
en los que me dieron caricias y arañazos
tuve algunas viruelas maquiavélicas
que me dejaron tumbada pero viva
y amores anónimos e ilustres
hicieron más breves los momentos
en los que hasta el terciopelo de tus ojos me punzaba.
Yo fui atesorando como anestesia
las pequeñas victorias de mi biografía
y escudándome de las imágenes
que proyectabas desde tu distancia.

Y de a poco me fui volviendo joven,
una joven desestructurada
que no podía evocarte siquiera
en las diecisiete silabas  de un haiku.
Hasta lo que parecía imperecedero
se fue disolviendo sutilmente
y en la sabiduría de los relojes
tu nombre se me volvió confuso.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Y si se cae la obstinada y resistida...


Y si se cae la obstinada y resistida
muralla de tu amor contra mi pecho,
si lastimases con ladrillos inocentes
el rojo oscuro de los sentimientos,
pues si en el nombre de quien tanto desconozco
alejaras tu horizonte de mi centro
y paso a paso viera marchando tu sombra
y a cada paso acrecentara mi lamento...
Si en la obscuridad de una noche anónima
que es llamarada y a la vez frío violento,
me encuentro tan rodeada por tu ausencia
que una lágrima mía cae al suelo,
entonces creo que me habrás preparado
para confesarte que estaré sintiendo.
Si en la breve soledad de un cuarto oscuro
(que es tu cuerpo, tu alma, tu pensamiento)
me pierdo decidida y en la sombras
se oye más fuerte que un grito tu silencio,
qué ha de sentir cada rincón de mi ser si
de ti obtengo la respuesta que te cuento,
y respiro muy profundo mientras oigo
que la puerta de mi casa ya has abierto. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Seis



(A Jorge Julio López, desparecido desde el 18/09/2006)

 No carcomerá la sal del plata
la belleza eterna de tu semblante,
ni la corriente se abrirá paso
por cada una de tus arterias.

Tus ojos en cambio
perseguirán insomnemente
a cada uno de los verdugos.

Atemporal tu voz
no acallará jamás el aullido indomable
que arranca las sogas,
que hace caer las capuchas,
que detiene el olvido.

No se hará real el deja vu terrorífico
que te envuelve en sombras
y disolviéndote en cifras
te despoja de todo.

Tu nombre en cambio
se volverá bandera,
símbolo inmortal de todo un pueblo
que dentro del dolor de no tenerte
renace sediento mientras clama:
nunca más, nunca más, nunca más.

viernes, 17 de agosto de 2012

Desmemorias.




No me acuerdo el numeral exacto
de la casa de la calle Uriarte
ni si habías dicho o no
(o si yo había confiado)
en eso que tal vez habías dicho.

Nada me es inequívoco,
ya no puedo asegurar ante los ojos
enormes que me comen a preguntas
si fue cierto aquello
de que se derrumbaron las leyes de la física
y que traspasando todos los planos
llegaste hacia mi quién sabe
proveniente de qué sueño de mi infancia.

No hay evidencia alguna
que traduzca el corolario
de tu voz atrapada en el contestador
del teléfono aquel que yo tenía,
tu voz diciendo algo
que recuerdo de manera imprecisa  
sobre una mujer inquebrantable. 

domingo, 29 de julio de 2012

Karma

Arará las ruinas del suplicio
la caricia errante que se ha desparramado
por aquellas memorias que no tendremos.
En el espacio en que te congregas
la vacuidad tiránica
destruirá los prósperos años
que otra te dará con indulgencia.
Nada existirá.
El tornado vengativo 
se elevará por descendencias y
ay de nuestros apellidos
que sin cruzarse
seguirán haciéndose daño.

sábado, 16 de junio de 2012

Lo más importante


En la época en la que le temía a la luna
andaba descalza sobre el río límpido
y dejaba olvidada por cualquier rivera
las superfluas historias de aconteceres desmedidos.
Fue el tiempo de compases desprolijos
de pictóricas pasiones remendadas,
cuando el fuego era una imagen poética
que demasiado a menudo me recorría la cintura.

Después, tu voz. Qué digo,
no solo tu voz: la insolente forma en la que de imprevisto
llenaste todos las zonas fragmentadas
hasta apoderarte impunemente
de cada una de mis quimeras,
redirigiendo mi  camino
hacia donde tu colosal matiz lo orientaba
Audaz y pertinazmente todo lo variaste
porque ya mi preexistencia había quedado atravesada
de un modo irremediable, frenético, por tu imagen que
aunque lejana y distante
pasó a ser mi ansiedad cotidiana,
el perfil que en mis visiones encuentro
y retengo fuertemente entre manos
para que por ese instante preciado,
seas (por un ratito) parte de mi vida.