miércoles, 6 de julio de 2016

Nosotras

Hubo un complot trascendental
de estrellas y universos,
un suceso cósmico
o, quién sabe, fue la insólita casualidad
del A.D.N.,
pero nuestra existencia empezó en un cierto punto
a correr paralela en este plano.
Y fueron letras y pasiones,
mate y recetas de cocina,
la era vacua de la subsitencia
se pobló de olores y colores
que pintaron tu vida y la mía, de igual manera,
colmándola
de obstinación y batallas sin tregua,
de recuerdos comunes y refranes,
de metáforas hastiadas y
del gran privilegio de ser
de estar
cada día de este breve e implacable tiempo.
En la pretensión de un sueño,
desconcertada y rebelde,
cierro con velocidad las aberturas
para que nada transcurra,
para que no te me escapes
y me niego al azar de una nueva  y sideral conspiración
que podría de hecho no reencontrarnos.
La luna se ha ido para siempre,
no hay nada que mirar en el cielo,
todo está acá donde aún sucede lo que somos.

sábado, 12 de marzo de 2016

Metamorfosis

Nada decanta sobre la hoja en blanco
ni el inolvidable trazo azul de tus palabras,
ni la mujer tapada de lluvia de mis sueños
que desde un rincón me miraba expectante
mientras el agua la asfixiaba.
El invernadero enceguece
con el dorado marrón de las hojas
que se secan irremediablemente.
Puedo decirte que ni la inspiración me habita
y que yo no habito ni el espejo,
que puede ser el hecho de extrañarte
o el otoño que se ha adelantado
o los cumpleaños cada vez con menos.
Nada es tan fácil,
ni siquiera lo obvio.
Solo el deseo grita ensordeciéndome
sin voluntad de contestar preguntas,
ni de elaborar cuestionamientos.
Tengo que anular mis sentidos
para poder ignorar a la extraña que aguardando su turno
me observa. 

sábado, 19 de diciembre de 2015

Daniel


Daniel,
en este tiempo nuestro he aprendido
que las canciones de desamor no me calzan
y que la melancolía me sienta fea.
Ahora en mis pesadillas no hay sombrillas volando
ni jeringas
ni lobos hambrientos acechando,
porque mi único temor es que algún día
no estés junto a mi cuando despierto,
y mi única calma y la cura
de mis males reales y de los inventados
es tu abrazo sanador e irrompible.
Mi amado amor,
vos me salvaste de todas las formas en las que era posible,
ahuyentaste los espectros y me hiciste
ser la mujer que quise ser siempre,
cuando me haces creer que puedo hacer 
todo lo que quiera y me proponga.
Daniel, no sos solamente
el nombre debajo de mi anillo
y el que tengo tatuado en la muñeca:
sos mi brújula en todos los espacios,
la musiquita bella que acompañará
las letras que aun no he escrito,
la resignificación de aquello
que creía que sabía y no sabía,
todo mi deseo unificado,
mi historia de amor,
mi vida.



lunes, 10 de agosto de 2015

Sueño lúcido

“Despertate, hija, estas soñando”
Pude sentir su mano en mi frente
su voz de susurro,
fragmentando la pesadilla que percibía
sobre una luna azul desarmándose
arriba nuestro,
que, en el intervalo de una apnea,
observábamos incrédulas
como se nos caían las extremidades
a un vacío insólito.
Era algo así como un viaje astral inesperado 
- dos años luz después,
qué poco tiempo- 
en el que un enorme agujero negro
comenzaba a consumirnos desde el centro.

“Despertate, hija, estás soñando,
el peor de todos tus sueños…”

domingo, 23 de noviembre de 2014

Mi abuela.

Mi abuela tenía escondida en la palma de la mano una semilla,
eso pensaba yo,
una pequeña semilla de mandarina.
Pero no era eso, no.
Mi abuela tenía escondidas en las manos
caricias infalibles y celosas
que muy rápido me recorrían la cara y me aquietaban.
Y no tan solo eso,
tenía un pulso bajito que, a veces,
cuando me ofrecía el reto de hallarlo
susurraba la lirica más bella que haya oído.
Mi abuela tenía un paso firme aunque de lado,
único,
y  un amnésico recuerdo selectivo
que nos volvía seres maravillosos.
Tenía todo el lenguaje atesorado en cuadernos amarillos,
agrupado desprolijo,
y al dibujarlo en su voz era capaz
de cimentar una vida entera.
Mi abuela tenía una presencia tan perenne
que se ha ido pero todo el espacio
sigue poblado de su luz,
la terrenal y la celeste,
y parece cuento,
pero es verdad, mi abuela tenía una semilla en la mano.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Ensamble

Vos encendés las noctilucas que fosforecen el mar,
ese mar que supo ser amorfo e incoloro,
de espuma resquebrajada.
Mutaste el designio del degradé de mis sueños
de catástrofes y perros abandonados.
Soy arcilla en tus manos,
tuya,
desde el mismo momento en que sellaste
mi suerte con tu beso,
o tal vez desde antes,
desde aquella mañana de abril
cuando desde la otra esquina
pareciste reconocerme.
De vos depende mi torpe existencia
a un nivel insospechable,
me diste tanta luz que no me reconozco
en todas las literatas que supe ser.
Soy arcilla en tus manos,
tuya,
tan tuya como nunca antes de nadie.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Nosotros


No cabe un alfiler entre nosotros.
No hay extensión para un haiku
o una foto siquiera,
no hay sitio para las huellas
que dejara el pasado
que, de hecho, se ha vuelto intrascendente.
No hay lugar para nada distinto de vos y de mi.
Mi cuerpo amnésico se une a tu cuerpo
y no cabe entre nosotros nada más
que el amor que nos tenemos.

miércoles, 23 de abril de 2014

Adentro

Aquí estaré, no importa
que tan poco aire quede,
ni si el espacio
me es confiscado.
Los codos de los demás
se me clavan en la cara,
pero cuánto más cómodo es acá,
cuánto mejor que afuera.
Por la hendija del placar veo
a esa mujer
que me llena de dudas la entrepierna.
Aquí estaré, no importa,
todo lo que arda su recuerdo.
Aquí, sofocada, apenas podré
recordar su nombre.

miércoles, 26 de febrero de 2014

D.



Ahora que estoy amando con profunda felicidad
me maravilla la conspiración cósmica
que ineludiblemente nos fue acercando
desde el inicio de los días.
Bendigo tu vocación y mis inquietudes,
la tímida creatividad oculta
que te detuvo ante el rojo de mis poemas,
y el azar que entre tanta geografía
te trajo al punto justo en que yo te aguardaba.
Celebro la vida de todas las mujeres
que dichosamente te perdieron,
Ahora que estoy queriéndote, de esta forma tan nueva,
me parece que cada uno de mis comienzos
se encaminaba a toda velocidad,
a toda prueba,
hacia el extraordinario momento en que vos y yo
íbamos a encontrarnos. 

viernes, 14 de febrero de 2014

Algo

"Somewhere in her smile she knows
that i don't need no other lover,
something in her style that shows me,
i don't want to leave her now,
you know i believe and how"
(George Harrison)
A veces cuando sos todos lo que sos 
(y también todo lo contrario) 
realmente pienso en prescindir 
de mis astrológicos vaticinios 
y mis presentimientos condicionantes 
y decirte que no me importa cuán mal me amaron otros 
ni el peso de las complicaciones que se avecinen. 

Ahí cuando me alucino 
con la sofisticación de tus gestos, 
cuando la vehemencia de mis ojos 
se torna indisimulable 
y la celeridad del tiempo 
me llena de asombro, 

realmente pienso que podría 
-o podríamos los dos, quién sabe- 
deshacernos de todos los prejuicios, 
dejarnos apedrear gustosos por las opiniones, 
y bailar despreocupados a la orilla del mar 
celebrando el hecho de habernos encontrado.

jueves, 16 de enero de 2014

.

Cuánto ha pasado
fueron meses o
un año, cien, mil
desde que desocupamos los armarios
y cambiamos de lugar las cosas,
desde que abrimos las ventanas para que emigren
los dolores amarillos,
la amnesia de antaño
que repatriaba a los parientes
y los acumulaba en tu pieza,
el olor de la muerte.
Cuánto ha pasado desde que me dijiste por última vez
las últimas palabras
que tu voz pronunciara

Cuánto dura esta eternidad que se propaga,
que pasa a través de mi,
que voy por allí sin norte.
Esta eternidad que me recuerda
cada día
lo inmenso que es el tiempo cuando no te contiene.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Odiseo



Terminó la guerra
y yo hice y deshice
la espera incontable cantidad de veces.
Me transformé en estatua
y para no ver a los otros
dejé las cuencas sin ojos.
Mientras las ninfas te envolvían
en el río del tiempo,
yo rompía con violencia los relojes
y tapaba todas las ventanas
para no ver como el Sol las transitaba.
Inmutable rondaba tu imagen
de dios y de héroe.
Luego hubo un día
en que tanta barca vacía
colmó todos los espejos,
y aplacando el dolor de tu ausencia
pude sentir las manos entumecidas.
Me pareció mentira
ver como se había desplazado el calendario
y contemplé con pavura
 que el mundo no se había detenido.
Odiseo, no vuelvas.
Ya he terminado tu sudario
y he abandonado Ítaca.

martes, 19 de noviembre de 2013

La maravilla

Olivia, 
en estos siete meses
he visto seís países distintos,
la Torre Eiffel y la de Pisa,
las aguas del Mediterráneo y el Pacífico,
caminé por los cerros hasta Iruya,
sobrevolé la nevada cordillera
y descubrí mi alma de trotamundos.

Pero,
Olivia,
 aun sigue siendo:
tu sonrisa al despertar,
tu voz transparente, 
 la perfecta redondez de tu carita
que en sus infinitas evocaciones
me derrumba,
el paisaje más hermoso que contemplo
cuando Dios me permite ser partícipe
del milagro sideral de tu presencia.

martes, 12 de noviembre de 2013

El lobo

Me hago un bollito,
me escondo,
aguanto el aire
y con mis palmas extendidas
tapo mis ojos:
en este juego, él no me ve si yo no lo veo.
Solo se escucha el ruido de mis latidos.
Soy invisible.
Pasa sediento, caen las babas sobre la tierra
y yo me amucho,
me hago chiquita,
diminuta.
Que no me encuentre,
que no me vea,
que no me coma.

lunes, 21 de octubre de 2013

Un poco



Amo un poco el lomo
debelador de los libros de tu biblioteca
y la sombra que de perfil proyectas
cuando por la persiana entreabierta
las cortinas te delinean.
Amo apenas
tu letra inundando
los cuadernos de incógnitas,
la manera desinteresada
con la que me brindas a veces
los detalles sobre los que te construyo
y la tremenda frialdad con la que me demuestras
como subsistes sin mi, alegremente.

Quiero brevemente
el beso diminuto con que te despides,
el segundo en el que me abrazas
como si me hubieras extrañado,
y el terciopelo que encubre
la vehemencia con la que a veces me miras.

Y te quiero un poco
cuando despierto, sobresaltada de soñarte,
y sintiendo aun tu presencia
olvido, por un momento,
 la complicación
que me significa amarte.  

viernes, 20 de septiembre de 2013

Trilogía onírica

Resido en un mar de arena,
verde infinito,
que deja mis pies hundidos
entre noctilucas asustadas,
tan oscuras como las sombras
que habitan conmigo
y se niegan a marchar.

Vagos espectros que se amontonan
con sus recitas bajo mi techo,
quintándole la luz
a todos los paraísos que no transito,
derritiendo mi casa con fuego un invisible,
ahogándome 
en una vigilia estéril. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Llegó la hora


Ya es tiempo,
han transcurrido cientos de días
desde la última vez.
Ya es momento
de sofocar la afligida sinfonía
de tu despedida apresurada,
de liberar todos los retratos,
todos los recuerdos,
todos los momentos
que aun retengo para sentir
tu perfumen inconfundible
conteniendo todo.

Llegó la hora de dejar
de culparte impunemente,
de reflejarte en las cosas
que tornaste inanimadas,
de volver a mi y percibir
que no te llevaste la mitad de mi subsistencia
ni de mis ilusiones.

Llegó el momento,
de dejarte ir…
como debería haber hecho
hace cientos de días.

jueves, 15 de agosto de 2013

Tregua

Te propongo que hagamos una tregua
(no te digo sacar bandera blanca
ni hacer del todo las paces)
simplemente dejar de echarnos en cara
las bajas que hubo en esta guerra eterna
y quitarnos de las mirillas
de nuestros misiles de exterminio.

Olvidar por un momento
que nos ocasionamos heridas profundas
y que tanto vos como yo alguna vez
tratamos de matarnos mutuamente.

Me refiero a que desactives
el campo minado que separa 
tu casa de mi casa,
para que pueda llegar a vos 
y de una vez por todas
darte un abrazo.

viernes, 9 de agosto de 2013

Tuya

¿Verán el resto, el decir, los otros,
el magnetismo voraz con que persigo
tu perfume por las calles acromáticas,
el brillo encendido que generas
sobre todo el universo si me miras,
y la transformación de mi humor
que ocasionas al acercarte?

¿Serán conscientes de que mi historia
se dividió al encontrarte de tal manera
que no hubo después evento más significativo
que tu ropa en el piso de mi pieza
y tu ser enredándose en mis sábanas? 

Si, todos pueden ver que ando
sonriendo injustificadamente,
bendiciendo cada día de tu vida
que me llena de oxigeno el cuerpo,
y que al saberte mío camino
sin tocar con los pies el suelo.

miércoles, 31 de julio de 2013

Jabberwocky


Detrás de su sonrisa sin cara
se erguían laberintos.
Fue en ocasiones Caronte,
guiándome por los descensos,
y a veces jugando,
con los ojos vendados me mareaba
para que en el trayecto me perdiera.

Detrás de su sonrisa sin nada,
vacía de cualquier atavío,
aparecía y desaparecía
en tantos personajes disimiles,
que aun no puedo asegurar
cuál de ellos era el que me amaba.

Pobre minino asustado
que en vez de recibir caricias
se esfumó por un techo de pinos
y antes de irse
me llenó la vida de arañazos.