domingo, 15 de junio de 2008

Caricaturesca.


Odio sin fin las sombras
que andan cuando estás sin mi,
devorando la luz prestada que solía hacerte incandescente.
Aborrezco la gravedad que hizo
que caigas de la cima del universo
y me dejó a tu altura para verte,
pequeño y diminuto como eres.


Tengo en la mano un haz de fuego
para echarte encima cuando duelas,
cuando tus miserias humanas
desnuden ésta efímera ceguera.


O tal vez sólo odio el momento en que me volví caricaturesca,
y la risa me pegó en la espalda:
todo el mundo se había dado cuenta.

domingo, 18 de mayo de 2008

Triste realidad.


Qué ilusa creer: "es mío,
como mi nombre, mis libros y mi casa",
y que para siempre existe en el finito
e infiel palpitar de tu existencia;
que la transparencia de tus palabras
no era un gran vacío como ha resultado,
un espejo tuyo y de tus historias,
sino la verdad que yo quería.


Que mi espacio era tu hogar anhelado
y tu amor un escudo que me protegía
de las balas opositoras y la tiranía.
Qué ilusa creer que me querías
y que las otras no eran sino caprichos,
errores magnificados por tu juventud;
que perdonarte sería olvidar y cerrar la herida,
que aún lastimada podría empezar de nuevo
y que ahora si serías
el honesto guardián de mi alma,
la mitad de esta mitad tan sola.


Que ilusa creer que podría volver a amarte
después de descubrir que todo fue mentira.

sábado, 26 de abril de 2008

Cuándo


¿En qué momento me volví transparente?
Tal vez cuando lo desee tan profundo
que quise prescindir de mi envase.
¿En qué momento me volví cobarde?
Tal vez cuando el fantasma vino y perverso
golpeó mi puerta buscando reincidencia;
o cuando mi amigo echó alas
y voló detrás de sus hermanos,
olvidándose que lo adoraba
como al sabio que contiene mis preguntas.
Quizás cuando me volví fanática
y amé mi vocación más que mis libros,
o cuando el espejo me mostró sola,
muy sola aunque rodeada de arlequines complacientes,
que me sonreían por simple rutina
como si fuese un ritual o un trabajo.
No amo sino lo que muy dentro
sé que me dejó el alma sin rescate.

viernes, 11 de abril de 2008

Olvidé


Ya puedes entrar,
depositar tu voz en cualquier lado,
acercar tu imagen a un centímetro
sin temor a que me encienda,
a que te abrace desprotegida,
a que te diga te quiero,
no me olvides,
guarda mis poemas en tus sueños,
llevame a cualquier lugar del mundo,
tenme como a todo lo que es tuyo,
no me dejes sola,
no te vayas lejos.

Ahora puedes entrar y estar tranquilo,
no escondo el mínimo resentimiento,
detente si quieres en mi vida
(como lo hiciste una vez,
como nunca más lo has hecho).
Puedes poseer mi corazón callado
y huir como un ladrón si lo deseas,
ya no hay herida que sangre,
el mundo volvió al eje en el que estaba.


Como un espejismo, de nuevo,
puedes entrar y estar seguro.
Hoy te quiero mucho menos.

jueves, 27 de marzo de 2008

No estés seguro


"Yo le diría amor que no me duela/ con la certeza de tenerme tanto/
porque yo sé también como te pierdes..."  J.P. Farny


No estés tan seguro amor,
esta no es la redención del infierno
ni el perdón de los jueces;
no es más que un “vamos,
lo seguiré intentando”
pero yo sé que el amor se disipa,
se esfuma como se van las imágenes
y los perros sin dueño
y el perfume a jazmines.
Yo he visto al amor no reconocerme,
pasar por mi lado como un ciego
y ser simple monotonía.
No estés tranquilo, tendido en mis rodillas,
no entrecierres los ojos con sosiego,
ni creas como un niño en mi indulgencia
que hoy es real pero ¿lo será luego?
Teme ante el lobo que me ronda,
ante mis traicioneros libertinos sueños,
teme, yo sé con mi alma que te amo,
pero mañana quizás ya no sea cierto.

viernes, 14 de marzo de 2008

Buscándote




A mi amigo, G.B


Como persiguiendo los rastros donde el aire
conserva un perfume indeleble
que activa en nuestro cerebro
una búsqueda inalcanzable de imágenes.
Así estamos el pueblo y yo,
porque te has ido y parece
que te llevaste la estatua de la plaza
o alguna parte nuestra,
indispensable para el latido.


Sigo sin encontrar esa mezcla
de aromas a enero y eucaliptos,
de besos fugaces que abran paso
entre las arterias,
aún sin comprender cuan lejos,
o tarde o triste te has ido.


Aún sin darme cuenta
si los movimientos que hago son reflejos a los golpes
o si yo sigo viva.

lunes, 3 de marzo de 2008

Desde la selva


A Ingrid Betancourt


Quién sabe si habrá
un mañana de palomas blancas,
una verdadera libertad reposada
que hoy es mezquina e ilusoria
para los muertos que habitan la selva;


quién sabe si habrá un último abrazo
o un color distinto al que tienen las cosas,
si habrá una cálida cama tendida,
un recuentro conmigo misma.


Quién sabe si este cuerpo
que me retiene débil
me dejará escapar hacia otro rumbo,
si soportará un día más de tortura,
de ausencias como garrotes
golpeándome la nuca
en este juego perverso de poderes,
donde soy un peón acobardado.


Quién sabe si yo quiero
un día más de vida…

lunes, 25 de febrero de 2008

Sucedió

Acaecerá,
sucederá como un hecho de la naturaleza,
existirá como la energia,
dolerá como el fuego,
se elevará como un tsunami
ante mis ojos de niña asustada,
se enderezará imponente
y me dejará extinta
(o lo intentará al menos)
En algun lugar ha nacido
y adquirió forma
tu olvido.

domingo, 10 de febrero de 2008

¿Fue un sueño?


Al amanecer no había
más que secuelas intangibles
y ni una prueba
de que haya ocurrido.

No queda más que este
dolor encausado hacia tu nombre
impune,
desatado,
tiránico.

Tu nombre como una bala,
robándome la sangre y la vida,
dejándome sola, pensando
si de verdad fuiste mío
o sólo fue un sueño.

domingo, 13 de enero de 2008

Tuve


Tuve en las manos
la amplia victoria de tu felicidad,
la gran adicción de tus mentiras,
la cruel cobardía de tus caprichos,
la dulce locura de tus pasiones bajas,
el ahogo mortal de tu silencio,
la distancia astral de tu ausencia,
la muerte en vida de tu indiferencia,
el amargo abatimiento de tu abandono.


Tuve en mis brazos, hombre,
tu perfil más humano,
tu retrato más famoso,
tus defectos corporizados,
tus virtudes diminutas,
tu intimo super yo narcisista, indetenible,
indefendible,
inolvidable.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Invisible

Carga de secretos ocultos
desangrándome y robándome,
una procesión de silencios espesos,
soledad de mutismo;
ay, verdad ven y rompe estas cadenas
que poco a poco me borran de la faz de la tierra
y me vuelven porque quieren
(porque quiero)
invisible.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Amor


Amor, el velo de la decepción quiero sacarte,
quiero alejarte la estela del fracaso
y prenderte lo indoloro del paisaje
para que andes sin sentirte sola,
ponerte mi poesía como escudo
cuando las flechas de la realidad te apunten,
y darte las alas del realismo mágico
para que sobrevueles el mar del abandono.


Amor, que encuentres el amor buscado,
que siempre la felicidad te corresponda,
que mi abrazo te aleje los males
que suelen rondar a las buenas personas,
que ya nunca desees sacarte
con jabón la originalidad que te hace única
y yo pueda hacerme indestructible
y cubrirte de los dedos que señalan.


Amor, el tiempo sufrido te confisco
para que no te pese ni en recuerdos.

martes, 13 de noviembre de 2007

Duelen

Este error inexcusable,
este abandono,
este daño que nunca has reparado,
este resarcimiento demorado
que espero para liberar tus culpas,
esta mentira dolosa
y este engaño,
que vician tu amor de nulidad absoluta.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Ilesa


Del quebranto momentáneo del amor primitivo
he resultado a tu pesar indemne,
del audaz cuchillazo de tu huida silenciosa
y del persistente recuerdo que se niega a desvanecerte.


He resultado de este sísmico encuentro
después de esta cuarentena de sordera y encierro,
ilesa, ante tu voz rasgada y tu cuerpo
lejano, una vez más, perjudicial y yerto.


He salido ilesa de ése huracán de dudas
de esa pasión apócrifa, enaltecida y ficticia,
ya no hay huellas, tan sólo un constante lamento
que rara vez manifiesta en mis poesías.

viernes, 19 de octubre de 2007

Corpus

Quiero despojarme de estas extremidades
pesadas y amplias,
colmadas de soledad e indiferencia;
quiero ser abstracta,
tan abstracta como el viento
que besa intensamente tu existencia;
quiero sustraerme y prescindir
de un torso, de un sexo, de un rostro,
no ser y ser a la vez,
estar pero no concretamente,
sin envases,
sin límites,
sin cuerpo.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Divagación

Quiero acercarme a vos más de lo permitido
y aferrarme de manera poco convencional
a la balsa que simboliza tu cuerpo desnudo
en medio de este mar de angustia y misterio;
acercarme de forma victoriosa,
posarme un segundo en tu biografía
y ser de esos amores efímeros
que serán siempre perfectos y añorados,
quiero acercarme a vos aunque no intuyas,
ni en tu mejor interpretación, cuánto te quiero.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Sin memoria


Tu amnesia definitiva he conocido
como un flamante enemigo que me ataca
y de tu alzheimer y tu egocentrismo,
Narciso, en mi cuerpo aun llevo las marcas,
de eternas mentiras que has elaborado,
de ésta gris espera de tejer sin lana
tu imagen sobre todas las texturas
que de mi inocencia se ríe a carcajadas.

sábado, 18 de agosto de 2007

Algo


Algo.
Como un millón de muertos en Darfur,
cadáveres ocultos bajo paladas de silencio,
arena árida de la sequía recorriendo los huesos,
la carne podrida.
Algo como un niño olcuto tras un papiro
y por sus venas corriéndole el SIDA,
como el apartheid en el siglo XXI,
y la maldita ONU tan distraída
que ignora los flagrantes genocidios,
el hambre atroz, las mil heridas
que no se borran del pueblo africano,
del último en todas las listas
del tan negro tercer mundo
donde antes convivían
faraones y pirámides de prosperidad.
Algo de esto ocurre mientras me miras,
inocente y bello,
algo tan completamente ajeno a nuestras vidas
y que a la vez me duele tan profundamente,
que tengo que decirlo en mi poesía.

domingo, 12 de agosto de 2007

Atrapada

Atrapada más allá
del recuerdo impúdico,
con las manos agarrando mis rodillas,
soltando mis lágrimas y odiando al viento
que me toca.

miércoles, 18 de julio de 2007

Amor en Buenos Aires

Te quedaste con el verso que era mío
Buenos Aires, de amor y de anarquía,
las luces me clavaste en la ceguera
y me llevaste a lugar dónde querías,
con la espada empuñada y sin escudo
Buenos Aires, de locura desmedida ,
libertino me enfrentaste a las ficciones
sin premeditación ni tiempo para curar heridas.

viernes, 6 de julio de 2007

Chau

Sin adioses,
ni torturas,
ni mentiras,
ni confesiones,
sin palabras,
ni abrazos,
ni cursis corazones,
ni fotos,
ni fechas,
ni calendarios;
con lágrimas por otra
y sin saber
ni presentir,
te dejé marchar,
sin gritarlo,
sin hundirme,
ni quebrarme,
ni olvidarte.

martes, 26 de junio de 2007

Ganas(te)

Hoy es uno de esos días en que a veces
me dan ganas de arrancarte la camisa
y perderme en el tumulto que seremos los dos juntos
con todos nuestros recuerdos y nuestras leyendas descolgadas.
Hoy me dan tantas ganas de tenerte
que pierdo el momento de estar conmigo y me voy
perdida entre los ladrillos y las flores que te encierran
para darte la libertad de mi hoguera como estallido de paz y espacio abierto.
Ay, que ganas de sacarte la camisa.

miércoles, 6 de junio de 2007

Nada

Nada hace que el sueño de anoche
(ese, de doradas intermitencias,
de roces, de exilios, de catastróficas señales)
sea el futuro próximo
que veo en tus ojos de amante libertino,
de guerrillero.
Ni mi peor temor
- ni ese recuerdo
que me produce un temblor enorme -
ocasiona el peligro inminente
de que acerques tu boca tanto...
tu cuerpo tanto...
tu beso tanto...

viernes, 1 de junio de 2007

Sin libreto

Sin libreto,
personaje del abstracto del deseo acumulado,
apareces en escena y luego
te retiras ileso del drama
en el que has transformado mi existencia.

martes, 22 de mayo de 2007

Argentina 2007

En este tiempo
de 1984 y concursadas,
de muertes de maestros,
de injusticia social y de elecciones;
yo sólo pienso:
poema, de dónde naces
quién es tu madre si aquí
tan sólo hay fracasos,
tan sólo melancolía en nuestras manos
y el hondo silencio
de los mártires ,
de los santos,
de los cadáveres que siembra el sistema...

¡Grita, poema, denuncia!
Que la censura en la primera plana
te mira envidiosa, y marcha atrás
comienza a perseguirnos.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Tu ausencia

"¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde."
J.L.B


Sumó las excusas, las mentiras, las locuras, los abandonos, los años desperdiciados. Pensó que posiblemente era viable salvarlo y que también cabía el riesgo de una nueva frustración. Aun así no armó las valijas y corrió enceguecida detrás del primer intérprete de amante que se escapó del plano onírico y se apareció como salido de la lámpara de Aladino.
Nunca supo antes cuan terrible era la soledad hasta ese momento, porque siempre la había evitado, a excepción de una vez en que unas semanas de soledad le provocaron alergia en los tobillos. Había sido abandonada por él y sus desvaríos. Ahora eran otros los síntomas: un ancho ardor en el alma, hinchazón en los ojos, dolor de pensamientos, llanto matutino, vespertino y nocturno, falta de aire, temblores, ira, decepción, angustia, y una rara transparencia en el pecho que le dejaba el corazón a la intemperie. Poco sospechaba cómo era capas de doler el alma, cuan sentido podía ser el grito que le nacía en las entrañas para llegarle a él, en su lejanía de libertad, gozo y soledad.
Ella por el contrario sólo sabía de tristezas y odios, de amplios fracaso amontonados y polvorientos en la repisa. Deseaba que se hunda en un abismo, que una plaga invada su casa, que lo condene esa culpa que ella perfectamente conocía.
Sentía su mutismo clavándose como una daga y su retrato persiguiéndola todo el día, asimilando un espectro. Lo veía en el grotesco de las frivolidades, como un usurpador.
Lo había llamado y escrito extensas cartas, se había aparecido en sus sueños, a robarle un beso, pero aun así el la rechazaba y al amanecer su alma llegaba cansada y con sed, luego de recorrer las áridas y extensas distancias que el había extendido entre ellos.
Así, víctima de su inmadurez, sus caprichos, sus comparaciones, se quedaba quieta ante los celos absolutos y se reprimía en la imagen deforme que le mostraba el espejo, con el desgarro sangrando, con el amor saliéndose del cuerpo. Yendo a ningún lugar, exiliada, ansiosa; humedeciendo pañuelos interminables cuya punta parecía estar en la galera de un mago.
“Adiós soledad definitiva, vete lejos. No quiero conocerte” pensaba. Vio sus valijas vacías, sus manos urgentes, su reloj avanzando de manera inversamente proporcional a sus deseos de verlo. El blanquinegro paisaje permaneció intacto.
“Entonces esto era, entonces así se siente morir de amor.”

miércoles, 9 de mayo de 2007

Esperándote

Acercame el pañuelo de tu risa
hacia este malestar que no es tan frágil,
corrompiendo la frescura efímera
de mi locura en la sala de espera,
que mi chaleco se queda sin fuerzas
y podrían mis manos pecar de lujuria.

domingo, 22 de abril de 2007

Julio

A Julio López


¿Qué pasó por tu mente en el último momento
de tu vida
o anoche, si ésta aún existe?
¿Crees que el dinosaurio de la tiranía
avasalla el país entero?
¿Que como vos, otros treinta mil van a seguirte?
¿Que no bastó con aquella sangre derramada?
¿Volvió a recorrer tu cuerpo la corriente?
¿Te hundieron en el Río de la Plata?
¿Apretaste las manos por la furia
contra los asesinos que reinciden,
que se ocultaron tras de la obediencia debida,
que criaron a los hijos de los mártires,
que organizaron marchas como víctimas,
que atentaron contra la democracia,
que secuestraron como bestias impunes,
que te tienen, Julio?
¿O te han matado?


Porque yo tengo un grito amplio
que te busca y que no se resigna,
por las diagonales y los bulevares,
por los sueños y las vigilias.
Soy vos, desde hace tanto...
y estoy desaparecida.

sábado, 7 de abril de 2007

Mi amigo el dotor


Nos conocimos justamente el día que un presidente se escapó por el techo de la casa de gobierno, que la gente enloquecida en las calles golpeaba cacerolas y los policías montados a caballo pegaban y mataban. Por eso el hecho de que todo el universo haya conspirado para que el y yo nos crucemos y yo le diga una frase irónica que lo haga acercarse a mi no fue tan alborotador, lo que provocó que meses después, en una fiesta y solo para sorprenderlo, haya tenido que abrir las alas blancas que heredé de mi familia materna y sobrevolar el salón para dejarlo verdaderamente asombrado.
Desde entonces es que me quiere tanto siendo mayormente correspondido de mi parte y que juntos nos hemos encargado de hacer funcionar esta amistad enaltecida y que es casi una experiencia celeste. Aún cuando él sigue sin acostumbrarse a mis vuelos fugaces y me ata una correa al cuello para que no me escape por la ventana del departamento rastreando musas. Cuando él se deja, lo meto en mis libros de apuro para que los recorra y los critique, pero tiene la manía de los sobreprotectores y me trata como a una nena caprichosa.
Todavía no entiende mi manía de no catalogarme en roles determinados, supongo que por eso dejó que yo le diagnostique la parafrenia afectiva de Kraepelin y hasta casi me deja medicarlo. Mi amigo, “el dotor”, todo lo cura con una Coca Cola, no tiene sensibilidad en los pies y siempre los congela con las alpargatas todo terreno que supongo serán en un futuro las responsables de una artrosis, cree que el ahogo se pasa si uno dice “Susana Giménez” en voz alta, es el oidor de mis aventuras y mis desventuras, el blanco de mis consejos y mis dictámenes, el recibidor de ningún verso…
Tardé meses en embriagar mi realismo mágico de su aura, dorada por momentos, porque ante la magnitud del estremecimiento que en mi despierta quedo silente y atónita, fascinada ante este hermano mayor pero menor que me recogió de la calle como al perro callejero que fui en mi vida anterior y me acarició la cabeza con ternura.

domingo, 25 de marzo de 2007

Soy el Sol


Soy, entre medio de las sombras que has advertido:
un haz de luz con miedos y poemas,
una mujer sola rodeada de antifaces,
energía encendida e inquieta,
preguntas amuchadas esperando,
sueños que se desbordan ansiosos,
un manojo de egoísmo compartido,
una pincelada de arte en tu currículum,
un cuerpo que olvida la materia,
una mente que hace viajes astrales,
una experiencia única y cómica,
una pasión reprimida y volcánica.
Soy el sol, el centro del universo.
Aunque me hayas notado eclipsada.

martes, 13 de febrero de 2007

Principio de incertidumbre

Puede que todo siga igual,
también puede que no sea así
y encuentres el
mercurio de mi voz
empapando tu contestador”
I. Serrano.
A destiempo llegaste justo
con tu voz de adicción,
tus manos calientes,
tu perfume a hombre que sigue
impregnado en mi cuello,
aun cuando intenté sacarlo.
Y pienso que sos,
muchacho inoportuno,
la linda venganza contra el desamor,
el bello comienzo de la incertidumbre.

martes, 2 de enero de 2007

Ahora es momento

“Creo que pasaremos juntos temporales,
soledad, propongo que tu y
yo
nos vayamos conociendo”
Jorge Drexler.
de empezar de nuevo
y limpiarme a fondo
las grandes cicatrices que me dejaste en todos lados,
hora de sacar de todas partes
los pedazos de tu amor que quedaron
como huellas.
Hora de mirar hacia atrás
y no sentirme vacía y absurda,
usada y mal querida,
al pie de una muerte inminente.
Es hora de empezar a conocerme con la soledad
para ya no tenerle tanto miedo.
De comprender que por más
de que se produzca este quiebre,
esta sensación interminable de angustia que tortura,
quizás vos no sos,
o no queres ser,
la mitad que me falta.

martes, 28 de noviembre de 2006

Lo peor de todo

Lo peor de todo no es
que sueñe cada tanto que te beso
y que sos de carne y hueso,
lo más lejano posible
a tu verdadera imagen
que sin ser de cartón piedra
es de papel y tinta.


Ni es eso que se siente
cuando el amor está herido
de puras mentiras
que yo me invento
cuando me roza tu acento
y yo me estanco
frente a los portarretratos
que por suerte te contienen.


Lo peor de todo es esta
adicción a vos a la distancia
sin respuesta racional alguna
destinada a ser unilateral y sola
por lo menos hasta el día
en que el gurú o la adivina
o los rezos al dalai funcionen.

domingo, 5 de noviembre de 2006

Amor no es literatura si no se puede escribir en la piel

En la ficción de mis ancestros te vi descosiendo remiendos antiguos que generaban el ardor de cuando no prende la anestesia y partí tu imagen en dos para que no me duelas, pero así apareciste análogo y cruel en tus dos mitades perfectas y distintas, a destiempo.
En principio no hubo posibilidad de un segundo beso sincero desembocando en la angostura torcida de palabras de amor que fueron tan mentirosas como infiel tu propuesta. En la Escala de Richter hubo sismos mayores pero no de tal prolongación histórica; de haber sido de otra manera no hubiese podido probarlo porque me desplazaste del hipocentro y ya no había manera de medir temblores. Te quise un poquito en señales diversas aun cuando puedo negarlo sin que lo presienta un detector de mentiras y puedo mirarte a los ojos siete segundos seguidos sin sentir a la mariposa monarca con su sabor amargo aleteándome.
Tu segunda mitad en un caballo salvaje rondó mis pasiones sin detenerse demasiado, con las huellas mnémicas borrándose con el viento lo que no le permitió conservar mis poemas en la memoria. Te quise más allí, porque tenías la paz de los trovadores y me visitabas en viajes astrales y nocturnos, dejando la marca de un tsunami y la separación que solo generan los grandes sucesos en la línea del tiempo. No sé en qué parte del camino te perdí de vista cuando me encandiló un viaje efímero de alguien sobre un unicornio, pero fue esa la imagen de donde saqué nuevas anestesias para sobrellevar tu olvido permanente.
No reconocí como una sola tus presencias sino hasta que volvieron los sueños de robos y te escribí un poema que las unía y las responsabilizaba de los mismos crímenes imprescriptibles:
Andando voy buscándote siempre
como si te quisiera como te quiero
y me siento inmensamente triste
si no te veo amor, si no te encuentro.


Perdida en los laberintos infranqueables
de tu indiferencia con sus recovecos,
es áspera la sed de tus palabras
que no se cura con tu pequeño gesto.


Y para no sentirte distante
me he convertido en un espejo
calcando en mi vida tus pasiones
por si te vas amor, por si estas lejos.


Cuánto puede retardar tu percepción
en notar el idealizado sentimiento
cuánto más hasta que dejes la alturas
y bajes al suelo, amor, cuánto te quiero.

sábado, 21 de octubre de 2006

Mi última musa


Apareció justamente en uno de esos días en que las musas se me fueron con cualquiera y que lo único que hago es concentrarme en imágenes para cuadros que no pinto, porque desde que me informaron que los colores no huelen sentí una terrible amargura, como si hubiese estado aferrada a esa creencia en vano durante toda mi vida. Recordé el caso muy conocido de los dos soldados que luego de cincuenta años de haber terminado la guerra fueron encontrados en una selva, escondidos, esperando a que los enemigos los vengan a matar… ¡cincuenta años!. Ya estaban viejos cuando no sé que milagroso los encontró y les informó que Hitler se había matado, que su país había recibido dos bombas nucleares, que ahora la guerra era en Irak y supongo que ni les habrá nombrado el muro de Berlín porque ellos no sabían de su construcción y menos de su caída.
Yo ya le había inventado una muerte para cualquiera que me preguntara; diría que se ahogó en un ataque de alergia, cuando confundió el medicamento para nariz con un desinfectante y se echó varios chorritos en cada orificio.
Apareció sin coherencia alguna, como sucede generalmente cuando la gente se quiere presentar en mis sueños para expresarme algún mensaje de vital importancia, un rato en un lado, un rato en otro, al siguiente con la cara de un tercero, al rato con el cuerpo de un rinoceronte y en unos momentos más lo habré llamado con otro nombre y habré olvidado quien era en un principio.
Me gusta hacer pruebas con mis sueños, por lo que me pongo el despertador cada diez minutos y anoto las características de los lugares y los diálogos, porque muchas veces los sueños han impulsado cuentos o poesías y varios capítulos de mi novela.
Como apareció se fue, dejando la estela marcada en la pared para que cada vez que la mire lo recuerde; pero olvidando todo aquello que yo le había dado para que se lleve y me lleve. Se fue como lo habían hecho mis otras musas privándome de su presencia intermitente y exagerada… Pude dedicarle unos versos chiquitos, pero ya los había escrito alguien más…
"De tanto amar y andar salen los libros" (Pablo Neruda)

martes, 10 de octubre de 2006

Versos nuevos


Hay dias en los que me levanto pensando en verso. En uno de esos días nacieron estos tres poemas, que creo que son una secuencia desordenada de una misma historia.


Se va a oxidar la luna.


Un día se va a oxidar la luna
de tanta lluvia cósmica
y tanto contraste con el infinito,
de tanta competencia desleal con el astro rey,
de tanto llanto para desinflarse.


Se va a poner roja o marrón
y va a llamar más la atención que las estrellas.


Un día se va a oxidar la luna
para que Dios la note y le de brillo.


Yo te voy a hacer lo mismo.






Desamor.


Desamor de insultos bien colocados
en las llagas más profundas y sangrantes,
de cientos de momentos que arruinaste
con el agua fría de mis decepciones;
de infamias, de mentiras dolorosas
punsando en lo que vos no calculaste,
en este desamor que me congela,
que es puro llanto y somatizaciones
ferozmente concebidas desde el centro
en el que yo estaba hasta que vos me desplazaste,
siete decibeles arriba de lo indicado,
colgada en desamor me has dejado.
Hombre... en cuánto vos también te equivocaste.






Ayer.

Te vi caer del último piso de la Torre de Babel
con la potencia de las cosas impulsadas por las fuerzas místicas,
de las alturas inmemoriales del universo, caer,
como en picada a la fosa cósmica;
acelerando por momentos en el brillo de tus palabras
que cambiaron el lustre por la madera rústica.
Disminuyendo en el terciopelo de tus ojos
que me daban ganas de ser cama elástica,
pero seguiste sin verme tu camino
y no pude frenarte más allá de mis súplicas.

viernes, 6 de octubre de 2006

Dos poemas de amor dos.



I


Cuánto deseo que sueñes conmigo esta noche
y te despiertes sintiendo mi perfume en la almohada,
que la sensación de lo cercano te persiga,
y vos hagas fuerza con la frente para recordar detalles
que llenarán la atmósfera de añoranzas.
¡Cuánto quisiera que sueñes conmigo!
que a la mañana pienses que me querés en serio,
que sientas aun quemando mi beso subversivo
volteando las leyes de la inconsciencia y los deseos reprimidos.


Que cuentes en ayunas el encuentro
y lo rememores hasta la noche siguiente.
Que sueñes conmigo… con eso me conformo.






II


No corresponde según la teoría de los tiempos
que te quiera de esta forma sublime y eterna,
no es lo debido este amor sin normas o escaparates
deslizándose por la mesa hasta tus ojos enfrentados,
actuando sin el más mínimo disimulo
en el cuarto olor rosa que nos encierra.
Pero eso de no acatar los artículos dispares
y soñarte sin ropa y cerca mío,
no es delito ni traición a la patria,
es un romance naciendo consentido,
avasallando los compromisos que existían
y que has borrado con tu simple deseo.

Hoy te amo.

Tuve miedo a la inmensa soledad dorada
que colgó tu silencio sobre mi puerta
y continué aún sin mapa o brújula
por el camino inseguro del abandono,
del absurdo espacio en donde alerta
me esperaba el fragor de tu dulzura.
Hoy te amo otra vez, de nuevo
(no sé si dejé de hacerlo en otro tiempo)
El temor se me escapa de los labios
y tu beso interrumpe el mea culpa.

jueves, 5 de octubre de 2006

La despedida

Me despierto y adoro que tus dulces ojitos sean lo primero que veo, así podría permanecer durante horas, contemplando la pequeña mancha blanca en tu ojo derecho que cambia de forma según el tiempo, cuando llueve es un molino girando levemente, cuando hay sol es un nomeolvides abriéndose, cuando está nublado es un caramelo.
Si estoy aburrida me pierdo en el patio de tu casa que es mágico y surrealista, subo por los techos y desde allí te llamo, divertida, para que vueles conmigo hasta las alturas celestiales de la higuera repleta. Hay un caminito de cuentos en tu patio, pero no quiero detenerme demasiado allí con el juego de la memoria, porque el lobo puede estar cerca y soy chiquita y me asusta demasiado.
Aparecemos en tu bicicleta en un rally mortal por charcos y calles de barro y el guardapolvo se me mancha con aceite pero vos no pareces preocuparte. Miro hacia arriba y veo tu barba apenas crecida y tu sonrisa gigante enfrentándose al viento... no hay tiempo ni espacio, la belleza es absoluta.
Rodamos por la avenida de tu idioma, místico, perfecto. Sentada a la mesa admiro tu magia, desapareces todo lo que está allí. Lo lográs, es impresionante como haces desaparecer la tasa de leche y como la encontras luego sin vacilar. Te hago cosquillas y te abrazo, pero todo se esfuma y estamos juntos, de nuevo, pero ahora yo soy grande y vos chico. Tengo que darte de comer y hablarte en un idioma que se parece a una lengua muerta. Tengo que darte mis energias para que las uses, agotálas que yo no las quiero, pero despertáte y habláme, contáme algo nuestro.
Te persigo por los pasillos interminables a donde fuimos a parar hace mucho tiempo; te corro sin alcanzarte. No me ves detrás tuyo y me canso, me quedo sin aire. Necesito verte los ojitos, decirte que te amo, guardarme un gesto tuyo como anestesia.
Me detiene tu aparición. Basta, dejame ir, me decís.
Y yo siento que así te pierdo, que no voy a poder no rogarte que vuelvas.
Basta.
Ya te perdí.
Te dejo ir.
Chau.